PROTESTA CONTRA EL IMPUESTO A LAS GANANCIAS.
El jefe de la Asociación Bancaria adelantó que, si no hay una propuesta concreta de las cámaras empresarias, se intensificará la protesta.
En una simple recorrida por el microcentro porteño, se puede advertir el alto acatamiento que tuvo la primera jornada de huelga nacional convocada por la Asociación Bancaria (AB), que continuará mañana en reclamo de una “reparación” salarial por “la pérdida del poder adquisitivo por la falta de actualización” del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
Cerca del mediodía, el secretario general del gremio, Sergio Palazzo, se subió a un escenario montado sobre un camión para hablarle a los militantes, en la intersección de las calles Mitre y Reconquista, rodeado de las casas centrales del Citibank, Santander Río, Banco Provincia, Superville, quienes lucían sus puertas cerradas y los afiches pegados que anunciaban el paro de 48 del 12 y 13, pidiendo la baja del "impuesto al salario".
"El 90% de los empleados se adhirió al paro, no hay sistema financiero en todo el país y en capital están todas las casas cerradas", afirmó el gremialista. Y adelantó que "si no hay una propuesta que satisfaga el reclamo", la semana próxima se reunirá el consejo directivo bancario para "intensificar las medidas de fuerza".
Más temprano, el secretario de prensa, Eduardo Berrozpe, aseguró que "hubo una propuesta de un sólo banco, que es irrisoria", y que por eso se mantenía “la convocatoria al paro, porque no hay ninguna propuesta seria y suficiente que abarque a todos los bancos".
El gremio bancario es el que tiene el índice más alto de empleados que tributan el impuesto a las Ganancias, por eso Palazzo advirtió la necesidad de "una compensación, porque el salario ha tenido un deterioro, en principio en nuestra actividad por no actualizar el mínimo no Imponible y por el proceso inflacionario que ha crecido los últimos meses".
Tras el discurso del dirigente gremial, la protesta continuó por las calles de una city porteña, sin el caudal habitual de gente entrando y saliendo de los bancos; apenas algunas personas utilizaban los cajeros ante la atenta mirada de los guardias de seguridad desde el interior, inquietos por la protesta.
"Queremos pedir disculpas por las molestias ocasionadas, pero tuvimos que implementar un paro de 48 horas y efectivizarlo para que un presidente de una cámara empresaria diga que es necesario otorgar una compensación", señaló Palazzo. Y concluyó: "Esperemos que se traduzca en una propuesta concreta".
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